viernes, 15 de agosto de 2014

Nota a la persona que nunca conocí

    Que bien se siente decir la verdad, contar un secreto muy profundo y que te escuchen, te comprendan, te apoyen. Hoy fui honesta y comenté mis sentimientos hacia vos, espero sepas disculparme. Necesitaba que alguien comprenda mi sufrimiento ante esta distancia, ante esta no relación que existe entre vos y yo.
     Le conté todo: cuando te vi por primera vez, cómo eras y por qué me gustaste tanto, hasta le conté lo estúpida que fui para no conocerte, para no hablarte, para limitarme sólo a contemplarte y recordarte... Para enamorarme. Él me escuchaba atentamente, respetaba mis risitas nerviosas, respondía cuando era necesario y callaba cuando había que callar.
     Hoy fui honesta, no sólo por contar esto, sino por aceptarlo dentro de mí misma, aceptar que después de tanto tiempo te sigo recordando como el primer día que te vi.
     Ahora me resulta absurdo haber guardado tanto tiempo ese tonto secreto, castigándome por enamorarme de alguien que apenas conocí, por imaginarme mil y una formas de volvernos a encontrar, que por cierto lo seguiré haciendo, porque el mundo no es tan grande y los sueños sí se cumplen.


No hay comentarios:

Publicar un comentario